4 de agosto de 2009

Siete cristianos quemados vivos por una turba de musulmanes pakistanies


Siete cristianos han muerto abrasados y otras 18 personas han resultado heridas durante el incendio de unas 50 viviendas y una iglesia a manos de una turba de musulmanes que protestaban por la supuesta profanación de un Corán en la región del Punjab, en el noreste de Pakistán, país que cuenta con un 2% de su población cristiana.

El suceso tuvo lugar el pasado 1 de agosto por la tarde, en la ciudad de Gojra, que vive la violencia religiosa desde el pasado jueves. Los disturbios comenzaron tras una manifestación de la mayoría musulmana en protesta por la supuesta profanación de un Corán al ser quemado a manos de cristianos de la ciudad, aunque estos últimos negaron la acusación.

La mayor parte de los actos violentos, según cita una cadena de televisión pakistaní, han sido cometidos por jóvenes con las caras cubiertas con pañuelos (como refleja la foto de la noticia en Protestante Digital).

Pueden ver aquí un video de lo ocurrido en el ataque de la turba a los cristianos en Pakistán (video 3 Mb).

UN ALUD DE VIOLENCIA
Tras la supuesta quema del Corán el pasado jueves 30 de julio, el rumor de este teórico atentado contra el libro sagrado del islam provocó que el sábado 1 de agosto algunos simpatizantes de los partidos musulmanes se reunieran en la plaza de Malkanwala, desde donde cientos de personas se dirigieron como una turba a una zona residencial donde existe un alto porcentaje de población de cristianos.

Como resultado de los actos violentos que se produjeron al menos 10 personas resultaron heridas por disparos y pedradas de los vecinos en su defensa ante el ataque del que eran objeto. Pero la violencia estaba ya desatada, lo que llevó más tarde a los manifestantes a entrar de nuevo en la colonia cristiana, incendianado unas 50 viviendas y bloqueando el tráfico durante la zona por varias horas.

La mayoría de los residentes de la colonia lograron escapar y ponerse a salvo al producirse esta segunda invasión de los grupos violentos, pero al menos siete personas quedaron atrapadas en sus casas por las llamas y fallecieron abrasadas.

INTERVENCIÓN POLICIAL
La policía tuvo que emplear gases lacrimógenos para dispersar a la multitud y varios funcionarios acudieron poco después al lugar para convencer a los líderes religiosos islámicos que encabezaban las protestas para que pusieran fin a los altercados.

La comunidad cristiana de la ciudad, ante la enorme tensión e inseguridad que se mantienen, ha anunciado que no se arriesgará a hacerse cargo de los cadáveres ni los enterrarán hasta que el jefe del Gobierno provincial de Punjab, Shahbaz Sharif, visite la zona y garantice la seguridad de sus vidas y propiedades.

Por otro lado el primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, ha ordenado abrir una investigación para determinar si realmente se ha producido la profanación del Corán que ha dado lugar a los altercados. Algo que parece improbable, y que en ningún caso justifica la barbarie que se ha producido.

LUTO Y REACCIONES DE ÚLTIMA HORA
Los centros cristianos de enseñanza primaria y secundaria de Pakistán permanecerán cerrados durante tres días desde el lunes 3 de agosto para guardar luto por los siete fieles asesinados por musulmanes.

"Estamos muy preocupados, no sólo los cristianos, sino todas las minorías de Pakistán. Las escuelas de aquellas provincias donde ya ha empezado el curso cerrarán tres días por luto", explicó el portavoz Peter Jakob, miembro de una comisión defensora de los derechos humanos establecida por la Conferencia Episcopal del país.

En las últimas horas, Gojra ha sido visitada por varios ministros provinciales y federales, entre ellos el de Minorías, el cristiano Shahbaz Bhatti, quien celebró una rueda de prensa en Islamabad en la que desmintió que se hubiera producido profanación alguna del Corán.

Durante su intervención, retransmitida por los canales paquistaníes, Bhatti criticó la actuación de la Policía durante los disturbios y reconoció que la situación todavía es tensa en Gojra, pero aseguró que su Gobierno protegerá a las minorías del país.

Y también anunció que todos aquellos que perdieron sus viviendas recibirán una indemnización de 300.000 rupias (unos 3.750 dólares) y que sus hogares serán reconstruidos.

Por el momento, las autoridades de Punjab han arrestado a decenas de personas presuntamente vinculadas con el ataque, contra quienes se ha registrado una denuncia y se ha abierto una investigación judicial.

Según el Gobierno, los atacantes pertenecen a un grupo extremista islámico conocido como Sipah-i-Sahaba.

La comunidad cristiana de Gojra protagonizó ayer una sentada de seis horas de duración como protesta por lo sucedido.

Los disturbios religiosos no son infrecuentes en Pakistán, aunque por lo general enfrentan a los seguidores de las sectas suní y chií, dentro del Islam.

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