Durante el período de bonanza de la economía norteamericana, al igual que en otros países, numerosas iglesias en los Estados Unidos solicitaron créditos a instituciones financieras para adquirir sus lugares de culto o para reformarlos o ampliarlos. Hay más de 300.000 iglesias evangélicas en los Estados Unidos .
Pero con la crisis económica que estalló en 2008, los ingresos de las iglesias evangélicas –basados en las ofrendas y diezmos- disminuyeron drásticamente hasta tal punto que muchas congregaciones no pudieron mantener sus compromisos financieros adquiridos.
Es por ello que tras una primera etapa de luchar por mantenerse a flote, desde el año 2010 los cierres de templos comenzaron a producirse cada vez más, y ahora ya es una auténtica avalancha , aunque no hay cifras exactas.
“El mercado de la ejecución hipotecaria de templos no es nada extraordinario”, dijo Scott Rolfs, director general de finanzas y educación religiosa en el banco de inversión Ziegler. “Se trata simplemente de otro subproducto de la burbuja de crédito.”
Sin embargo, posiblemente no se haya llegado aún al peor momento para las iglesias , ya que en medio de la crisis los bancos han tardado mucho tiempo para tomar la decisión de embargar los locales de las iglesias por incumplimiento del pago.
Una de las razones para esta demora es que estas instituciones financieras no han querido dar la impresión de ser rígidas y exigentes con las congregaciones religiosas. Pero la situación está llegando a ser tan insostenible que los expertos anuncian que cada vez más los bancos dejarán de estar dispuestos a mantenerse pasivos ante las deudas de las organizaciones religiosas.
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