16 de septiembre de 2009
Un pastor protestante de Phoenix condenado por tocar las campanas de su iglesia
Rick Painter, pastor de la iglesia protestante de Cristo Rey, ha sido condenado a diez días de cárcel y tres años de libertad condicional por tocar las campanas de su parroquia fuera del horario estipulado por la legislación de Phoenix.
Curiosamente, las ordenanzas municipales permiten que los carritos de los helados circulen con su llamada a cualquier hora, mientras que las iglesias tienen un estricto horario estipulado. La iglesia de San Marcos y las otras comunidades protestantes han recurrido la sentencia judicial que afecta al pastor Rick Painter.
OBLIGADOS AL SILENCIO
Las campanas de la iglesia llevaban veinte años funcionando a diario. La nueva normativa ha reducido esta posibilidad a dos minutos semanales y sólo los domingos. Las comunidades cristianas han reclamado la protección de la Constitución de los Estados Unidos, que garantiza la libertad religiosa.
Eric Stanley, abogado que asumirá la defensa del párroco, afirmó esta opción explicando que «las comunidades religiosas no pueden ser castigadas por ejercer su fe públicamente».
El límite al que pueden tañer las campanas es de 60 decibelios, cuando el juez ha fijado la excepción para el carrito de los helados al que se le permite realizar su llamada a 70 decibelios. La intensidad de las campanas por la que ha sido condenado Painter era una melodía que se repetía brevemente cada hora desde las ocho de la mañana a las ocho de la tarde y que llegaba a los 67 decibelios, aproximadamente el sonido de una conversación normal, como ha querido defenderse el pastor.
Rick Painter denunció que la ordenanza municipal está siendo utilizada «sólo contra estas pacíficas y añejas expresiones de culto, mientras con otros se hace la excepción».
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